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Editorial - 1131

 


El interés mueve el mundo

 

La motivación y el interés son las fuerzas que mueven la vida de las personas.

 

La palabra motivación deriva del latín motivus o motus, que significa causa del movimiento.

La motivación es la raíz del comportamiento. Es lo que hace que un individuo actúe y se comporte de una manera determinada. Es una combinación de procesos fisiológicos, psicológicos e intelectuales, que determina con qué vigor se actúa y en qué dirección se encauza la energía.

La motivación es un término genérico que se aplica a un amplia serie de impulsos, deseos, necesidades, anhelos, y fuerzas similares

 

Las motivaciones primarias están relacionadas con los instintos, su objetivo es la satisfacción de las necesidades básicas (alimentación,...) con el fin de sobrevivir.

Las motivaciones superiores tienen como objetivo la satisfación de necesidades superiores (seguridad económica, amistad, aceptación, autoestima, autorrealización,...)

 

Como ya hemos indicado, las motivaciones son las fuerzas profundas que impulsan a la acción para satisfacer las necesidades biológicas, psicológicas, sociales y espirituales, de modo que las personas puedan sobrevivir y evolucionar.

 

La palabra interés  proviene del latín interesse  = importar.

Por tanto, se entiende por interés, lo que nos resulta importante, interesante, atractivo, conveniente, útil, agradable, etc.

 

Cada persona, de acuerdo a su filosofía de la vida (ideas, criterios, valores, expectativas, etc.) tiene intereses concretos, a nivel económico, profesional, social...) en los cuales se centra su pensamiento, sus sentimientos, sus acciones y su vida.

 

Los intereses son como un imán que atrae hacia sí la atención y las energías de la persona. Cuanto mayor sea el interés, mayor será la fuerza de atracción y mayor la capacidad de la persona para lograr sus objetivos.

 

El interés activa el cerebro y hace que se creen las condiciones adecuadas para lograr el objetivo. Es sorprendente la facilidad con la cual aprendemos o realizamos las cosas que nos interesan, debido a que el cerebro está totalmente centrado en ello. Mientras que, cuando las personas tienen diversos intereses, se produce una dispersión de la mente que impide lograr objetivos importantes.

De aquí la importancia de centrarse en cosas importantes que respondan a nuestras necesidades profundas y de tener razones fuertes y convicciones firmes que nos proporcionen motivación, fortaleza y perseverancia. Los seres humanos tenemos poca raíz, somos superficiales y nos falta convicciones firmes, por lo cual, nos falta la fortaleza necesaria para lograr grandes cosas.

 

Nuestro cerebro está programado genéticamente para lograr el conocimiento, el éxito y la felicidad, pero somos hijos de una sociedad ignorante y represiva que nos ha programado con muchos temores, complejos y tabúes. Esta pobre programación hace que nuestros intereses y aspiraciones sean de simple supervivencia. Por esta razón la sociedad es ignorante, pobre y mediocre. Y, como todo cambio se inicia en la mente, necesitamos un cambio de actitud mental. Sin cambio no hay evolución.

 

¡Qué distinta sería nuestra vida, si nos hubiesen educado para el desarrollo, el emprendimiento y la libertad! Pero esto nunca ocurrirá, porque la sociedad teme a las personas emprendedoras y libres. En estas circunstancias lo único que podemos hacer es desarrollar inteligencia e iniciativa y recuperar la libertad.

 

El ser humano puede alcanzar casi todo lo que se proponga, debido a que tiene una fuerza interior poderosa que le impulsa a evolucionar y tiene un cerebro de genio, como resultado de cuatro millones de años de evolución. La clave está en programarse correctamente con ideas, valores, hábitos, estrategias e intereses importantes.

 

Es fundamental elaborar un proyecto de vida, por escrito, y establecer objetivos importantes que den seguridad y dirección a nuestra vida. El proyecto ayuda a integrar la energía mental. Y, como la sociedad tiene mucho poder de sugestión y de manipulación, necesitamos fortalecer, todos los días, nuestros principios, valores e intereses.

 

Una vez diseñado el proyecto, cada objetivo se convierte en un reto, en una meta atractiva, en ilusión permanente y en deseo profundo. Los retos dan dirección y sentido a la vida. Estimulan constantemente y hacen que el cerebro genere energía en forma de voluntad, inteligencia, creatividad y decisión. Son muy pocas las personas que realizan un proyecto de vida por escrito Por esta razón, su vida es una centrifugación constante en pos de objetivos impuestos por la sociedad.

 

Si en tu vida predomina el interés noble, el espíritu de superación, la ilusión, el logro de objetivos importantes y el deseo de ayudar a los demás, entonces, están dadas las condiciones mentales para lograr lo que te propongas, entendiendo que, todo logro importante supone tiempo, método, esfuerzo y perseverancia.


El interés noble es una forma poderosa de amor que activa el cerebro y lo estimula a producir toda la energía necesaria para convertir los sueños y proyectos en realidad. Ahora bien, como todo en la vida está sujeto a la Ley de Entropía; es decir, al deterioro, al desgaste y a la destrucción, es necesario avivar constantemente los intereses y alimentarlos con lectura, motivación e ilusión, para compensar el desgaste producido por la vida.

 

Cuando nuestra vida depende de factores externos a nuestra voluntad, se genera angustia, porque sentimos que nuestra vida anda a la deriva. En cambio, cuando funcionamos de acuerdo a un interés personal, nos sentimos bien, porque controlamos nuestra vida.

 

"Dime cuáles son tus intereses y cuáles son tus proyectos y te diré quién eres y cómo te sientes"

 

 

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    Lic. David Angulo de Haro

 

 

 

 

 

 

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